La funcionaria aseguró que se trató de una decisión personal

Ana Lilia Herrera, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México, presentó su renuncia al cargo, marcando un punto de inflexión para el partido en uno de sus bastiones históricos.

En un comunicado emitido este miércoles, Herrera señaló que su decisión obedece a la necesidad de fortalecer la unidad interna del PRI y permitir una renovación en la dirigencia que impulse al partido de cara a los retos políticos de 2024. Hoy, más que nunca, el PRI necesita cohesión y nuevos liderazgos que respondan a las demandas de la militancia y de la ciudadanía mexiquense, expresó.

Contexto de su renuncia

Ana Lilia Herrera asumió la dirigencia estatal en un contexto complejo, con el PRI enfrentando un declive en su influencia política tanto a nivel estatal como nacional. Durante su gestión, trabajó en el fortalecimiento de las estructuras locales y en la promoción de cuadros jóvenes dentro del partido. Sin embargo, su liderazgo fue objeto de cuestionamientos, principalmente tras los resultados de las elecciones pasadas y las tensiones internas generadas por la coalición con otros partidos en el marco de la alianza Va por México.

Herrera también enfrentó desafíos significativos, como la pérdida de la gubernatura estatal en 2023 frente a Morena, lo que puso en evidencia el desgaste de la maquinaria priista en el Estado de México, considerado durante décadas un bastión clave para el partido.

El futuro del PRI Edoméx

La renuncia de Herrera abre la puerta a un proceso de reestructuración interna en el PRI mexiquense. La dirigencia nacional, encabezada por Alejandro Moreno, será la encargada de designar a un dirigente interino, quien tendrá la tarea de organizar elecciones internas para elegir a un nuevo líder estatal.

Analistas consideran que el relevo será fundamental para definir el rumbo del PRI en el Estado de México, particularmente en un año crucial para la elección presidencial y la renovación del Congreso federal.

Mientras tanto, Herrera no descartó continuar en la política y dejó abierta la posibilidad de buscar nuevas oportunidades para seguir contribuyendo a la vida pública del país. Mi compromiso con el Estado de México y con el PRI sigue intacto; desde cualquier trinchera trabajaré para fortalecer los valores que nos unen como partido, afirmó.

La salida de Ana Lilia Herrera marca un momento clave para el futuro del PRI en el Estado de México, que deberá redefinir su estrategia para recuperar espacios en un entorno político cada vez más competitivo.