El proyecto costará 200 millones de dólares y estará financiado por donaciones privadas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado la construcción de un salón de baile de 8,000 metros cuadrados en la Casa Blanca, una obra que marcará una de las mayores ampliaciones al recinto presidencial en la historia reciente. La construcción comenzará en septiembre de 2025 y se espera que esté terminada antes de que finalice su mandato en 2028.

Un proyecto de gran escala financiado por donaciones patrióticas

Según la portavoz de la administración republicana, Karoline Leavitt, el nuevo espacio responde a la necesidad de contar con un recinto adecuado para grandes eventos presidenciales. El costo del salón de baile será de aproximadamente 200 millones de dólares, monto que ya ha sido cubierto a través de donaciones privadas, incluyendo aportaciones del propio Trump y de otros patriotas estadounidenses, de acuerdo con un comunicado oficial.

Ubicación y diseño del nuevo salón de baile presidencial

El nuevo salón se construirá en el ala este de la Casa Blanca, aunque, según las autoridades, estará sustancialmente separado del edificio principal para mantener la integridad arquitectónica del complejo.

El diseño estará a cargo de la firma McCrery Architects, especializada en arquitectura neoclásica, con sede en Washington D.C., y responsable de varios proyectos federales. El estilo del salón mantendrá la estética neoclásica de la Casa Blanca, buscando integrarse con la identidad visual de uno de los edificios más emblemáticos de Estados Unidos.

Constructora responsable del proyecto: Clark Construction

La constructora Clark, con sede en Virginia, será la encargada de llevar a cabo el proyecto. Esta empresa es conocida por su participación en grandes obras como el Capital One Arena y el desarrollo del área LEnfant Plaza en la capital del país.

La elección de Clark responde a su experiencia con proyectos de alto perfil y su historial de cumplimiento con estándares federales de seguridad y diseño.

Implicaciones políticas y culturales del nuevo salón

Aunque la noticia ha generado opiniones divididas, el Gobierno asegura que esta obra no solo será un símbolo de grandeza, sino también una herramienta funcional para eventos diplomáticos, recepciones oficiales y celebraciones patrióticas.

El nuevo salón de baile promete convertirse en un espacio icónico dentro de la Casa Blanca, con capacidad para cientos de personas y tecnología de punta en iluminación, sonido y seguridad.